Cuántas cosas han pasado en estos dos meses casi de silencio en mi blog... Lo más importante, que estrenamos cocina nueva (y salón nuevo, garaje nuevo... jejeje). Y como uno de los protagonistas de esta nueva cocina es el horno, la primera receta para el blog creada en la gran cocina no podía pasar por alto el horno, aunque sólo fuera para gratinar, jejeje.
Os paso la receta:
- INGREDIENTES (2 personas): 2 calabacines medianos, 1 cebolla mediana, 2 dientes de ajo, 2 latas de atún al natural, tomate frito (4 cucharadas), 1 pimiento rojo, queso en lonchas y queso rallado.
- PREPARACIÓN: Lo primero es retirar la pulpa de los calabacines, cortándolos por la mitad y haciéndoles el hueco para luego rellenarlos. Una vez que tengamos los calabacines sin pulpa, los introducimos en una cacerola y los hervimos durante unos 10 minutos, hasta que veáis que tienen la textura que os gusta (más o menos crujientes o más blandos...).


Por otro lado, cortamos la cebolla y los ajos y hacemos un refrito al que le añadimos (cuando la cebolla esté ya pochada) el atún y el pimiento. En este momento añadimos sal al gusto.


Mientras que se hace el sofrito, podemos ya sacar y escurrir los calabacines y los depositamos en la bandeja del horno. Encendemos el horno para que vaya calentando mientras.

Cuando el sofrito esté listo, añadimos el tomate frito (1 cucharada sopera por mitad de calabacín), le damos unas vueltas y reservamos. Es momento de rellenar con sumo cuidado los calabacines, coronando el relleno con una loncha de queso por calabacín y espolvoreando queso rallado. Introducimos la bandeja en el horno a una temperatura de 200 grados aproximadamente hasta que veamos que el queso está ya dorado. Servimos inmediatamente y... ¡a disfrutar!

Pronto os dejo otra recetilla que hice para aprovechar parte del relleno que sobraba de esta receta... ;-) ¡Hay que optimizar todos los recursos!
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