Hola de nuevo.
Hace algunos meses escribí pero al final lo dejé. Sabéis que voy y vengo de manera intermitente y, tras el parón de estos meses, me he propuesto otra vez darle vida al blog.
Me apetecía un cambio en el blog. Desde que nació se ha mantenido intacto y esos cubiertos de colores me han acompañado. Pero ahora prefiero algo más sencillo. ¿Qué mejor que un fondo de madera como las tablas para cortar tan simples pero robustas? Esa madera simboliza la base en la cocina por donde casi siempre se empieza... sacando la tabla y organizando ingredientes. El resto es mero fin estético... El tipo de letra que sea natural, un color distinto al blanco para que el cambio sea bien visible, etc.
Y la receta que va a inaugurar esta nueva etapa es una de las de mi estilo, sencillita. Cuando hago alguna empanada siempre veo que puedo aprovechar la bandeja del horno con algo más. Esta vez busqué hacer un pastel salado de zanahorias ya que tenía muchas en la nevera y también un mini tetrabrick de nata que normalmente no consumo.
La receta la extraje de una aplicación que tengo en el móvil que se llama ELLE GOURMET. Os dejo el enlace por si queréis echarle un vistazo. A mí me resulta útil porque el buscador que tiene por ingredientes es muy bueno, siempre me saca de muchos apuros y me da buenas ideas. La receta en verdad se llama "budin a las finas hierbas"por si la queréis buscar.
La receta ya adaptada que he seguido es:
INGREDIENTES:
- 1/2 cebolla.
- 4 zanahorias.
- 2 huevos.
- 200 ml de nata.
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN:
Precalentar el horno a 180 grados. Mientras, pelamos, picamos y sofreímos la cebolla y cuando esté un poco transparente añadimos las zanahorias. Yo usé el pelador para hacerlas en tiras finas. Cuando estén tiernas, se reserva el sofrito en un recipiente donde luego lo trituraremos. Añadimos los huevos, la nata, salpimentamos y trituramos hasta que quede la mezcla lo más fina posible.
Rellenamos un molde (el mío era rectangular de silicona) hasta la mitad ya que la mezcla subirá a medida que se vaya cociendo. Simplemente es dejarlo que se haga y sacarlo cuando la superficie se vea un poco seca.
Como se que a muchos os gusta el tema de la foto acompañando, ¡ahí va! No está muy currada pero al menos está. La decoración es un poco de mayonesa pero le daba un toque final rico.
Espero que os animéis a probar. Yo quiero intentar la misma receta con calabacín y quizás sustituir la nata por leche con un toque de queso de cabra fundido en ella pero son ideas que tengo que llevar a cabo.
Un beso
Hace algunos meses escribí pero al final lo dejé. Sabéis que voy y vengo de manera intermitente y, tras el parón de estos meses, me he propuesto otra vez darle vida al blog.
Me apetecía un cambio en el blog. Desde que nació se ha mantenido intacto y esos cubiertos de colores me han acompañado. Pero ahora prefiero algo más sencillo. ¿Qué mejor que un fondo de madera como las tablas para cortar tan simples pero robustas? Esa madera simboliza la base en la cocina por donde casi siempre se empieza... sacando la tabla y organizando ingredientes. El resto es mero fin estético... El tipo de letra que sea natural, un color distinto al blanco para que el cambio sea bien visible, etc.
Y la receta que va a inaugurar esta nueva etapa es una de las de mi estilo, sencillita. Cuando hago alguna empanada siempre veo que puedo aprovechar la bandeja del horno con algo más. Esta vez busqué hacer un pastel salado de zanahorias ya que tenía muchas en la nevera y también un mini tetrabrick de nata que normalmente no consumo.
La receta la extraje de una aplicación que tengo en el móvil que se llama ELLE GOURMET. Os dejo el enlace por si queréis echarle un vistazo. A mí me resulta útil porque el buscador que tiene por ingredientes es muy bueno, siempre me saca de muchos apuros y me da buenas ideas. La receta en verdad se llama "budin a las finas hierbas"por si la queréis buscar.
La receta ya adaptada que he seguido es:
INGREDIENTES:
- 1/2 cebolla.
- 4 zanahorias.
- 2 huevos.
- 200 ml de nata.
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN:
Precalentar el horno a 180 grados. Mientras, pelamos, picamos y sofreímos la cebolla y cuando esté un poco transparente añadimos las zanahorias. Yo usé el pelador para hacerlas en tiras finas. Cuando estén tiernas, se reserva el sofrito en un recipiente donde luego lo trituraremos. Añadimos los huevos, la nata, salpimentamos y trituramos hasta que quede la mezcla lo más fina posible.
Rellenamos un molde (el mío era rectangular de silicona) hasta la mitad ya que la mezcla subirá a medida que se vaya cociendo. Simplemente es dejarlo que se haga y sacarlo cuando la superficie se vea un poco seca.
Como se que a muchos os gusta el tema de la foto acompañando, ¡ahí va! No está muy currada pero al menos está. La decoración es un poco de mayonesa pero le daba un toque final rico.
Espero que os animéis a probar. Yo quiero intentar la misma receta con calabacín y quizás sustituir la nata por leche con un toque de queso de cabra fundido en ella pero son ideas que tengo que llevar a cabo.
Un beso
¡Qué buena pinta! Tiene que estar buenisimo. Me la apunto para hacerla pronto. Gracias por la receta.
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