La última ha sido hacer unos cuelga-pendientes que necesitaba y que no encontraba por ningún lado. Para hacerlos, muy fácil: compráis unos tamizadores (los míos son de una tienda barata), un papel decorado que os guste (también sirven servilletas decoradas), cola blanca, regla, lápiz, barniz incoloro, fieltro, grapadora.
Lo primero es ir forrando con el papel la madera de los marcos. Para ello, cortáis a la medida correspondiente y vais pegando con un poco de cola blanca. No dudéis de si será suficiente o no, la cola es muy buena para este material.
Una vez que tengáis cubiertos con el papel los tamizadores, lo próximo es darle un par de capas de barniz incoloro. Esto servirá para protegerlos del polvo y les dará mayor durabilidad. Os aconsejo un par de capas ya que, cuando se seque, la textura del papel no cambiará.
Por último, se cortan a las medidas exteriores de los marcos los fieltros y se grapan con una grapadora de tapizados, por ejemplo. Ya sólo faltan un par de cáncamos pequeños, unos cuelga fácil... ¡Y listos! Están preparados para decorar vuestras paredes a la vez que para contener los pendientes traviesos que se pierden por las cajas... ¡Espero que os haya gustado!

Si es que es más apañá que ná!!!!!! Por cierto, que bien puestos están en la pared! Te costaría un paston la empresa que contrataste!
ResponderEliminarme encanta... gracias por las fotos!! esta tarde me pongo con los mios..jeje. Ya tengo todo el material preparado. Prometo colgar alguna foto para que veais el resultado. Y es que tienes toda la razón del mundo, yo he estado buscando por todos sitios y no encuentro nada tan chulo y práctico asi que me he decidido a copiarte la idea. un besito
ResponderEliminaryo también lo voy a copiar. Tenéis razón, estoy cansada de buscar algo para tener los pendientes siempre ordenados. Besos
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